¿Pero
no nos habían prometido un futuro en el pasado? Como plato mayor de la oferta política, el nuevo futuro
sustituye el futuro caduco y venido a menos que vivimos hoy: país defectuoso, a medio hacer, futuro
fatulo: este presente alguna vez
nos lo ofrecieron como tiempo feliz, no lo olvidemos. Ahora, de cara a los comicios electorales, nos garantizan un
mejor porvenir, como si lo tuvieran guardado en un almacén, como si lo hubieran
mandado a buscar por catálogo.
¿Cómo
es que ahora tienen tan buenas ideas?
¿No las tenían antes? ¿Qué
traba ha obstaculizado la venturosa resolución de los proyectos tan monos que
nos han presentado en las últimas décadas?
Pero
ya conocemos la historia. El
futuro que nos ofrecen en las campañas es perecedero, tiene fecha de
expiración: úsese en o antes de
las próximas elecciones. Se va
destiñendo como las imágenes de los candidatos caretones bajo los puentes. Todo pasa, hasta el futuro. Como lo que prometen siempre es
novedoso hay que empezar desde cero y el tiempo no les da. Una pena.
Algunos
impacientes en su desesperación, huyen.
Me voy de aquí, el día llegó, no aguanto más, ahí les dejo este país
mediocre, esta isla atrasada, esta olla de grillos. Clausuremos las ventanas,
cerremos la puerta y vayámonos. ¿Por
qué esperar más por el mañana si es posible instalarse en el futuro ahora
mismito, a tres horas y media en avión?
Y
allá se va mi vecina, mi cardiólogo, mi mecánico, mi peluquera, mi hermana
mayor. Me llevan el mundo a plazos
cómodos, me mudan parte de la vida.
Se van a residir en el futuro y de allí nos escriben, de allí nos
advierten: qué mal llevan ustedes
el presente, pero qué mal, vénganse con nosotros.
Atrás
sobrevive una comunidad mutilada, abacorada por discursos que suenan ya como
ladridos. El porvenir sigue
constituyéndose en ilusión y aquí esperamos, los habitantes del presente,
pacientemente intrigados por lo que nos prometerán ahora aquellos que nos
aseguran, con voz atronadora, que mañana, mi gente, el futuro será mejor.
Publicado en El nuevo día el 30 de mayo de 2007.
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